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El gran teatro del mundo. Pedro Calderón de la Barca. Comentario

Hola, querido dokusha: Hoy te dejo en esta faltriquera una de las grandes obras del Siglo de Oro: El gran teatro del mundo… Verás, El gran teatro del mundo es una obra de teatro del dramaturgo español del siglo XVII Pedro Calderón de la Barca. Esta obra fue publicada por primera vez en 1655 y escrita probablemente en la década de 1630. Es el auto sacramental más famoso de Calderón y también el más representado… La primera edición de la obra se produjo con la publicación en Madrid en 1655, de un volumen de autos sacramentales de Calderón. En cuanto a la fecha de su escritura, N. D. Shergold sostuvo que esta debía situarse entre 1633 y 1636. Se sabe que la obra se representó durante las fiestas del Corpus Christi de Valencia de 1641, probablemente por la compañía de Antonio de Prado, aunque se cree que pudiera haber sido escrita para el Corpus de Madrid de unos años antes, si no se ha conservado documentación que atestigüe esa primera representación madrileña. Se sabe asimismo que este auto fue representado, por parte de la compañía de Magdalena López, en el Corpus de Sevilla de 1675… El tema fundamental que articula este auto de Calderón es el de la vida humana como un teatro donde cada persona representa un papel. La imagen de la vida humana puede rastrearse desde la Antigüedad en los filósofos pitagóricos y en el Filebo de Platón. Se divulga sobre todo en la obra de los estoicos, en particular en las Epístolas morales a Lucilio de Séneca y el Enquiridion de Epícteto, divulgado por Erasmo y sus discípulos, entre ellos Cervantes (Quijote, II, 12). Séneca trata el tema en sus epístolas LXXVI y LXXVII: “Ninguno de esos que ves vestidos de púrpura es más feliz que aquellos a quienes la ficción escénica hacen que lleven cetro y clámide; ufanamente a presencia del pueblo pasaron coturnados y solemnes; pero así que abandonan la escena se descalzan y vuelven a su estatura. (…) La vida es drama, donde importa no cuánto duró, sino cómo se representó”. Pero es particular el texto de Epícteto la clave para la difusión de la imagen del theatrum mundi en el Renacimiento europeo. También autores cristianos, como Pablo de Tarso, Clemente de Alejandría o Agustín de Hipona la utilizaron. Según Ernest Robert Curtius, el texto que fundamentalmente propició la popularidad de este tema durante los siglos XVI y XVII fue el Policraticus de Juan de Salisbury, del siglo XII. Sin embargo, Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo defendieron que la penetración que ese tema en la literatura española se debía más bien a la labor de asimilación que Erasmo de Rotterdam hiciera de las Epístolas de Séneca y los Diálogos de Luciano de Samosata. La primera obra literaria española en la que aparecía esta imagen sería el Crotalón, un diálogo renacentista de inspiración erasmista y lucianesca compuesto hacia 1552 o 1553. Posteriormente se convertiría en un lugar común frecuente en la literatura española del Siglo de Oro, en obras como la Diana enamorada de Gaspar Gil Polo, Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán o el Quijote. Un precedente interesante de El gran teatro del mundo sería la Comedia intitulada Doleria (1572) de Pedro Hurtado de la Vera, por cuanto es la primera en la que aparece Dios como autor de la obra teatral que es el mundo… Ángel Valbuena Prat propuso como fuente directa del tema del teatro del mundo en Calderón un fragmento de una obra de Quevedo, el Epícteto y Phocílides en español con consonantes (Madrid , 1636): “No olvides que es comedia nuestra vida / y teatro de farsa el mundo todo / que muda el aparato por instantes / y que todos en él somos farsantes; / acuérdate que Dios, de esta comedia / de argumento tan grande y tan difuso, / es autor que la hizo y la compuso. / Al que dio papel breve, / solo le tocó hacerle como debe; / y al que se le dio largo, / solo el hacerle bien dejó a su cargo. / Si te mandó que hicieses / la persona de un pobre o un esclavo, / de un rey o de un tullido, / haz el papel que Dios te ha repartido; / pues solo está en tu cuenta / hacer con perfección el personaje, / en obras, en acciones, en el lenguaje; / que al repartir los dichos y papeles, / la representación o mucha o poca / solo al autor de la comedia toca”… Por otra parte, Antonio Rey y Hazas y Florencio Sevilla Arroyo señalaron la relación entre el tema del teatro del mundo y la tradición medieval de las danzas de la muerte o danzas macabras. La danza de la muerte medieval había tenido continuidad en el siglo XVI en obras como La barca de la Gloria (1519) de Gil Vicente, la Farsa de la Muerte (1536) de Diego Sánchez de Badajoz o el Coloquio de la Muerte (1540) de Sebastián de Horozco. En palabras de estos críticos: “Todas estas obras, aunque explícitamente sean ajenas al tema del mundo como teatro, lo implican porque, al igual que el auto de Calderón, su construcción dramática parte del final, del momento en que la muerte llega a cada personaje y se produce el consiguiente juicio divino que premia o castiga, de verdad y para siempre, la fugaz y ficticia farsa de la vida terrena. Asimismo, los personajes son arquetipos representativos de grupos sociales y carentes de toda individualidad, por lo que el significado de las piezas, como en Calderón, es social y moral al mismo tiempo. De igual manera la estructura de estas piececillas del siglo XVI, a pesar de su esquematismo lógico y simple, es muy parecida a la de El gran teatro del mundo, pues no hay apenas acción, y se centran, como aquí en el mero diálogo de los tipos sociales con un personaje central que suele ser la muerte o el diablo (no Dios)”… Ya sé, querido dokusha, un poco largo, mas es necesario para que comprendas perfectamente este maravilloso auto sacramental… No obstante, si necesitas más información, lo puedes hacer en los programas dedicados a Calderón de La música hecha palabra que realizamos Antonio Perán El vira, Carmen Feito Maeso y yo y a los que puedes acceder en: eiberoamericaliteraria.com. Entonces, ahora sí, lee y disfruta…

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